Dentro de la psicología existen muchas formas de trabajar y hallar respuesta a nuestras preguntas y dificultades: yo me formé dentro de la terapia psicoanalítica, pero es bien cierto que con el paso de los años y la práctica profesional, han surgido otros intereses y nuevos aires y maneras de mirar al ser humano se han ido revelando.
Entiendo que es fundamental -en cualquier caso- favorecer la construcción de las bases de ese ser humano que cada uno de nosotros es, a partir de nuestra historia y la relación con nuestros padres. A partir de esa estructura, podemos llegar a desarrollos mucho más trascendentes, pues mientras ese cimiento no esté hecho, lo superior puede ser más punto de huida que de encuentro.
Los sueños, sentimientos, emociones, temores y fantasías son ingredientes muy importantes en este proceso, como lo es también la relación que se establece entre las dos partes: paciente-terapeuta, dos seres humanos que jugamos, en el contexto del proceso, dos roles distintos y complementarios.