
Independientemente de la razón por la que una persona toma la decisión o se plantea iniciar un proceso terapéutico, todas los seres humanos estamos ante la posibilidad de iniciar la aventura de volcar la mirada sobre nosotros mismos y nuestra interioridad, no importa si las razones las podemos ubicar dentro del terreno de lo fácil o de lo difícil.
Así que factores como el crecimiento personal, conocerme mejor, ser más feliz, disfrutar más de mis hijos, evolucionar profesionalmente, pueden ser tan válidos a la hora de hacer el recorrido, como comprender el sentido de la enfermedad que padezco y poder así reencontrar la salud, querer aliviar mis estados de estrés, ansiedad, vencer la tristeza o los estados depresivos o salir de alguna dependencia que me está impidiendo vivir.
Lo fundamental es tomar la decisión, pues eso permite que se pongan en movimiento en mí y en mi vida, los mecanismos y oportunidades que me van a ayudar a realizar el recorrido. Van a poder surgir, por mi decisión, los elementos y se van a abrir espacios y recuerdos, que de otra forma se mantendrían ajenos a mi consciencia.
